El próximo viernes 27 de noviembre tendrá lugar un Black Friday que este año estará marcado por los cambios en los hábitos de los consumidores y la situación económica afectada por el COVID-19. Así lo reflejan datos como la previsión de que el gasto se reduzca un 4% de media (de 261€ a 251€) con respecto al año pasado pero también, el hecho de que más consumidores tienen pensado apostar por el canal online frente a la tienda física: un 65% frente al 50% del año pasado, según un informe del Observatorio CETELEM.
Las variaciones en las categorías de productos que más comprarán los consumidores en esta edición también reflejan esos cambios producidos por la Pandemia. Un ejemplo de ello es que los billetes de avión, tren, bus y hoteles que constituyen el segmento de viajes son el que más cae con respecto al año pasado (-4%). Sin embargo, hay una subida del 4% en deportes y, sobre todo, en juguetes (+10%), lo que también refleja que muchas personas tienen intención de utilizar el Black Friday para adelantar sus compras de navidad. Esta conclusión también la confirma un estudio de Think With Google: un 9% ya ha empezado las compras para el periodo navideño y un 74% afirma que las hará con mayor anticipación, lo que refleja su carácter más previsor.
En cualquier caso, aunque Google también refleja el aumento de las ventas en e-commerce en España (22,9%) debido a la Pandemia, la caída del gasto de los consumidores está suponiendo un reto para muchas compañías. Por ello, es importante que los retailers tengan siempre presente lo que los consumidores esperan de ellos: un 58% de los consumidores busca más descuentos, un 22% espera una mayor variedad de productos rebajados y un 17% desearía tener promociones más largas, según el mismo estudio.
En este sentido, Paula Rodríguez, Business Development director de Webloyalty, compañía líder en generación de ingresos adicionales en eCommerce, explica: “Esta edición de Black Friday viene marcada por el enorme cambio que está suponiendo la situación de Pandemia para todos. Informes como el de CETELEM y el de Google reflejan cómo están variando los hábitos de consumo y cómo se está viendo afectado el gasto, lo que a su vez está teniendo consecuencias negativas para las compañías. En este contexto, es esencial que el sector sepa adaptarse lo mejor posible ante la situación del mercado y las nuevas demandas de los consumidores”.